Susanoo es un kami de la mitología japonesa. Es el dios de los salvajes y de las tormentas feroces. Él, junto a su madre, Izanami, dominan el inframundo. También es hermano de la diosa Amaterasu, kami del Sol.

Etimología de Susanoo

El origen de su nombre es incierto, aunque quizá se pueda explicar con la combinación de susa («duro, salvaje»), no (partícula posesiva en japonés) y o («hombre»).

Apariencia

Este dios se suele representar con barba y bigote, largo cabello negro y vistiendo una túnica blanca. Además, lleva una espada en su mano y tiene una mirada desafiante.

Representación del dios Susanoo mitología japonesa
Representación de Susanoo por YamaOrce

Historia de Susanoo

En la narrativa clásica Susanoo nació después de Amaterasu, su madre fue Izanami. Sus inicios no fueron buenos. Se le nombró gobernador de los mares pero los lamentos por su fallecida madre Izanami hicieron que la rabia de su padre (Izanagi) se redujera. Como resultado, fue desterrado para unirse con su madre en Yomi, la tierra de los muertos.

Antes de partir hacia su nuevo destino, fue a visitar a su hermana Amaterasu. La diosa, precavida, lo esperaba armada. Para asegurarse de que tenía buenas intenciones, los hermanos acordaron tener descendencia en una especie de concurso de combate. Usando fragmentos de la espada de Susanoo, Amaterasu engendró tres deidades femeninas. Él, por su parte, tomando sus joyas las rompió y formó cinco deidades masculinas. Tras este combate, acordaron que las deidades mujeres serían consideradas descendencia de él, mientras que los hombres serían descendencia de la diosa Amaterasu. Así pues, Susanoo se autoproclamó ganador del concurso.

Después de esto, Susanoo se dedicó a cometer actos de maldad: rompió los diques que su hermana había construido y lanzó excrementos al cuarto de costura de su hermana. Además, despellejó a un caballo y arrojó su cuerpo al palacio de Amaterasu. La diosa huyó a una cueva, produciendo una gran oscuridad en el mundo ya que era la diosa del Sol.

Los dioses del cielo se reunieron y, tras conseguir que Amaterasu saliera, desterraron a Susanoo. Mientras rondaba el mundo después de su destierro, asesinó a Ogetsuhime, deidad de la comida, a quien acusó de intentar alimentarlo con comida envenenada.

En su paso por el mundo, se encontró a una pareja de ancianos cuyas hijas, todas excepto una, habían sido sacrificadas a una serpiente de ocho cabezas. Susanoo consiguió asesinarla y vio que, dentro de la cola, se escondía la maravillosa espada Kusanagi, que ofreció a su hermana con motivo de disculparse y que más tarde formaría parte de los Tesoros Imperiales de Japón. Susanoo se casó con la chica que rescató de la serpiente. Con ella, tuvo muchas generaciones de dioses. El más notorio de su descendencia sería Ōkuninushi, gran maestro de la tierra.

Fuentes