Nun, también llamado Nu, era uno de los dioses egipcios en el antiguo Egipto y se le suele conocer como «el padre de dios».

A pesar de los diferentes mitos sobre la Creación que tenían los egipcios, todos tenían algo en común, Nun. Los mitos nombraban a diferentes dioses como el creador original, pero todos estaban de acuerdo en que todos ellos surgieron de Nun, las aguas primordiales.

Nun dios egipcio
Nun alza el Sol

Era más que un océano, era una extensión ilimitada de agua inmóvil. Incluso después de que el mundo fuera creado, Nun continuó existiendo y un día volvería para destruirlo y comenzar el ciclo nuevamente.

Tras la creación, tomó importancia en la destrucción de la humanidad cuando los humanos ya no respetaban ni obedecían a Re en su vejez. Re llamó y reunió a todos los dioses y diosas, preguntándoles qué debía hacer acerca del problema. Nun sugirió que Re debería llamar a su Ojo para destruir a la humanidad. Re lo hizo, y su Ojo, en la forma de la diosa Sejmet viajó a través de Egipto matando a todos los hombres. A su vez, Nun protegió a Shu y Tefnut tras su nacimiento y mantuvo los poderes demoníacos del caos (representados como serpientes) bajo control.

Se le describía como un hombre con barba de cuerpo azul o verde, representando el agua y la fertilidad. A veces también se le representa con senos femeninos. En una mano sostiene una hoja de palma, símbolo de una larga vida y lleva otra en el pelo.

Además, se creía que este dios continuaba existiendo como la fuente de la inundación anual del río Nilo.