Las arpías (o harpías) eran unos monstruos mitológicos que tenían la forma de un ave con una cara humana de mujer. Además poseían unas afiladas y torcidas garras. Normalmente ejercían los castigos, secuestraban y torturaban a la gente en su camino al dominio de Hades.

El significado de las arpías
Para los antiguos griegos, estas criaturas representaban el castigo que provenía de no agradar a los dioses, pero también estaban asociadas con la injusticia y la fortuita mala suerte.
Igual que los vientos que originalmente representaban, las arpías podían venir de cualquier sitio, arruinar planes y destrozar la vida de las personas. La gente las culpaba de las tormentas y también de aquellas cosas que eran perdidas.
En los tiempos de hoy en día, la palabra «arpía» a veces es usada para nombrar a una mujer desalmada y cruel.
Etimología
Del latín harpyia, a su vez del griego harpyia, literalmente «ladrones/as».
La descendencia de las arpías
Aparte de sus encuentros con héroes, se cree que estas criaturas también fueron madres de rápidos caballos, nacidos de la semilla de los Anemoi, normalmente Céfiro o Bóreas (dioses del viento).
Otros datos interesantes:
- Escritores romanos y bizantinos relataron detalladamente su fealdad y sus monstruosas cualidades.
- Las arpías se mantuvieron como bestias mitológicas durante la Edad Media.